miércoles, 14 de abril de 2021

FACE RETAMA, LUGAR LEGENDARIO QUE INSPIRA UNA NOVELA, por Carmen Hernández Montalbán.

 




El alma apacible de Face Retama es una novela histórica ambientada en el Guadix de la Reconquista. Los protagonistas, ambos llamados Ibrahim, juegan un papel clave en el tránsito de la ciudad musulmana a la cristiana de finales del siglo XV. El autor construye de forma magistral las personalidades de estas dos figuras históricas, tan controvertidas como dispares. Ibrahim el Gerbí, un santón originario de la isla tunecina de Yerba que llevaba una vida eremita en Guadix, perpetra un atentado contra los Reyes Católicos durante el asedio de la ciudad de Málaga. Finalmente el atentado queda frustrado y el Gerbí es ejecutado. Por otro lado, Ibrahim Abenzeyte, secretario del Zagal, patriarca de la familia morisca colaboracionista Valle de Palacios, que recibieron mercedes en el reparto de la ciudad, hace de mediador entre las dos culturas, la musulmana y la cristiana, valiéndose de sus dotes como diplomático. Ambos personajes, a pesar de sus diferencias y puntos de vista antagónicos, entablan una relación de amistad sincera. Los retrata, Amezcua, a través de sus descripciones y, especialmente, a través de sus diálogos e interacciones con el resto de personajes, donde se desvelan los rasgos psicológicos de los dos Ibrahim, con gran destreza.

Otro gran acierto del autor es el tono de la narración; de principio a fin consigue envolver al lector, emulando el castellano de la época. Para ello utiliza el narrador en primera persona; es el mismo Ibrahim Abenceyte el que nos habla recordando los acontecimientos. Las descripciones del ambiente, en las que abundan los matices líricos, consiguen recrear el Guadix del siglo XV, dotando a la historia de veracidad y viveza.

No son muchos los personajes que intervienen en la trama; cabalmente, aquellos que tuvieron un papel relevante en los acontecimientos históricos: los reyes, Isabel y Fernando; los últimos soberanos de la dinastía Nazarí: Muley Hacen, su hermano El Zagal, su primera esposa, la reina Aixa y su hijo Boabdil, conocido como “Rey chico”, además del primer prelado que pontificó en la ciudad tras ser reconquistada: Fray García de Quijada.  Amezcua consigue con pocas pinceladas retratar sus caracteres.

Son las conversaciones más sinceras, las de los dos Ibrahim y la de Ibrahim Abenceyte con el Obispo Quijada, las que se entablan en el lugar clave que justifica el título de la novela: “Face Retama”. Es en esta planicie de paisaje semidesértico donde se asienta el santuario romano vinculado a la vida del primer obispo de la cristiandad en la Península Ibérica, San Torcuato y un asentamiento andalusí de los siglos X y XI. En este emplazamiento, cuyas vertientes van a dar al río Fardes y su vega, existe un eremitorio singular de cuevas escavadas en la roca. Quienes lo hemos visitado, coincidimos en que el lugar inspira una paz insólita muy propicia para la meditación y la oración.

Manuel Amezcua Morillas ha escrito una novela entrañable, de gran interés, no sólo para los que somos de Guadix y Comarca o vivimos aquí, sino para todos los lectores que se interesen por la historia del Reino de Granada. Recomendable en estos próximos días en los que se celebra el Día del Libro.


                                    Guadix, 14 de abril de 2021.